LO QUE ME CABE EN LA MALETA

TORRE DES CARREGADOR

Historia

La torre des Carregador, también conocida como de sa Sal Rossa por estar ubicada en un promontorio rocoso junto a la cal de ese mismo nombre, es una de las más antiguas de la isla, construida en el siglo XVI.

Su construcción fue ideada para proteger a los trabajadores de las salinas, que estaban a sus pies, y eran objetivo de los ataques de los piratas.

Tiene una arquitectura y dimensiones bastante diferente del resto de torres defensivas, es mucho más grande y dispone de alacena y chimenea.

La capacidad era para entre 150 y 200 personas en sus dos plantas en forma de bóveda.

Cuando la chimenea se encendía era la señal para correr a refugiarse en su interior y evitar el ataque de los barcos de pirata y corsarios.

El acceso es por la planta baja y tenía una tronera para defender la puerta en caso de ser derribada.

Hasta 1867 contó con dos torreros y piezas de artillería.

Torre d'es Carregador

En la actualidad

Vistas de Platja d'en Bossa

Si bien había sido modificado el diseño en el siglo XVIIII para adaptarlo al sistema defensivo de la época, en el año 2008 fue restaurada y es como la encontramos hoy en día.

Puede ser visitada en el periodo 1 de Julio a 15 de Octubre de Martes a Sábado en horario 10.30 h a 13.30 h.

Desde la Torre des Carregador se tienen unas vistas privilegiadas de los islotes que hay camino de Formentera, de Platja d’en Bossa y de Dalt Vila.

Nuestra experiencia

La Torre des Carregador, si has ido alguna vez a la playa en Platja d’en Bossa, ya la tienes vista. Y eso es lo que nos pasaba a nosotros, pero nunca habíamos ido hasta allí.

Puedes dejar el coche en el parking de la playa, al final de la misma, donde está el Coco Beach.

No hace falta entrar en la playa, pues un caminito que discurre paralelo al canal que va hasta el Parque Natural de Ses Salines, te lleva hasta el promontorio que hay que subir para llegar a la torre.

Tras subirlo, sin entrañar ningún peligro y desde el que cada vez se tienen unas mejores vistas de la playa e incluso de Dalt Vila, se llega a la esplanada sobre la que se erige la torre.

Impresiona por sus dimensiones y por la panorámica a ambos lados y al frente.

Tuvimos la suerte de encontrarnos las puertas abiertas, a pesar de no ser el horario de visitas, y subir hasta la parte más alta de ella.

Os aconsejamos que si vais a visitarla completéis la ruta yendo hasta la cala de sa Sal Rossa que está a sus pies.

Una cala tranquila y de aguas cristalinas con algunas casetas varadero en el fondo de la misma.

Vistas de la torre desde Sa Sal Rossa