LO QUE ME CABE EN LA MALETA

SANT SADURNÍ D'ANOIA

A escasos 50 km de Barcelona, encontramos la población de Sant Sadurní d’Anoia , en la comarca de l’Alt Penedés que junto con la del Garraf y Baix Penedés, conforman el territorio del Penedés, reconocido por su producción vinícola, y más en concreto por la del cava, siendo la región con la mejor producción del mundo.

Pero si crees que en Sant Sadurní d’Anoia sólo te vas a encontrar hectáreas de viñedos y cavas en las que se procesa su fruto, estás muy equivocado.

Modernismo

La localidad cuenta con numerosos edificios modernistas que se pueden visitar en una ruta de autobús, contando con una parada en cada uno de ellos y diversas construcciones de los mejores arquitectos de finales del S.XIX.

Gastronomía

Además, la oferta gastronómica es variada, pudiendo escoger de entre más de una decena de restaurantes o algunas de las cavas, en las que podrás degustar platos típicos de producto local o apuestas más modernas sin perder de vista la tradición.

Visitas

Podrás visitar más de una quincena de cavas o la fábrica de chocolates Simón Coll, algunas de éstas combinan diversas actividades.

Y si eres deportista, puedes escoger una de las rutas para hacerlas en bicicleta o bien a pie.

¿Cómo llegar?

La mejor manera de llegar, si tienes pensado disfrutar de toda la variedad que te ofrece, es en tren.

La línea R4 de cercanías Renfe tiene parada en el pueblo, desde Barcelona tarda unos 50 minutos, a 400 metros del núcleo urbano y frente a las cavas Freixenet.

Estación de Renfe

Nuestra visita

Un bus conecta con el centro, pero el paseo a pie no es muy costoso y es recomendable. Antes de llegar al núcleo urbano cruzas la Riera de Lavernó, afluente del rio Anoia .Una vez que llegas al núcleo urbano, y si no lo conoces, lo mejor que puedes hacer es dirigirte a la oficina de Información y Turismo.

Si escoges la opción de visitar unas cavas, debes tener en cuenta que algunas de ellas son muy grandes y conocidas, con una producción anual superior a 114 millones de botellas como Freixenet, por lo que son mucho más concurridas y eso puede hacer que te pierdas los detalles. En cambio, hay algunas que son más familiares, con una producción muy inferior, lo que hace que puedan cuidar el producto de forma especial desde el inicio hasta el final del proceso.

Nosotros optamos hacer una visita a una de éstas, que a la postre, resulta mucho más tranquila y cómoda y un trato más personal. 

 

En Catalunya son muy típicas las barbacoas en las que se asan los calçots, que siempre se acompañan de una salsa que se llama romesco. El pueblo cuenta con diversas masías y restaurantes donde degustarlos, acompañados de otros productos típicos de la zona como la butifarra, pero pese a lo tentador de comer una buena barbacoa, nosotros teníamos otros planes para ese día, así que nos dirigimos a la Plaça de l’Ajuntament, en la que hay un par de bares en los que degustar un vermú típico catalán, que tras la ingesta de alcohol apetecía más si cabe. Berberechos, patatas chips, olivas rellenas, vermut casero son solo algunos de los productos que nunca pueden faltar en este tipo de ágape.

La plaza no es especialmente grande, pero debido a que los edificios no son de mucha altura, en las hora cercanas al mediodía, si luce el sol, te abarca lo suficiente para estar muy a gusto.

Plaza del Ayutamiento

Edificios Modernistas

Decidimos hacer una ruta por algunos de los edificios modernistas.

Además, en Sant Sadurní es un claro ejemplo del modernismo aplicado a un edificio industrial, como las cavas Codorniu, declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional en 1976.

Lo que a todas luces parecía una jornada gastronómica, se había convertido también en cultural. Sant Sadurní alberga muchas sorpresas.
Antes de emprender el camino hacia la estación, es imprescindible pasar por una de las varias tiendas especializadas en vinos para llevarte alguna de las joyas que allí guardan. Finalmente, el día termina en el mismo lugar, la estación de tren, con 50 minutos por delante para, mientras vuelves, ir recordando los mejores momentos del día y empezar a ir trasladándolos a un rinconcito de la maleta, el de lugares especiales, lugares en los que disfrutar de varios de los placeres de la vida. Sin duda Sant Sadurní d’Anoia se coloca en los primeros puestos del ranking de lugares favoritos y a los que volver siempre que pueda. Y os recomiendo que si no lo conocéis, no tardéis mucho en hacerlo.

 

Lugares de interés: