
Una mujer o dudó en lanzarse al agua para rescatar a un perro que había caído. Pero ni había caído ni era un perro. Resultó ser una foca que llevaba en las aguas del río aproximadamente un mes.
El Errota-txiri, uno de los muchos molinos que poblaron el margen del río en su desembocadura, fue derruido en 1926, pero no se perdió todo de él. Hoy en día, a la altura del cuarto puente y el acceso a la Universidad de Deusto podemos ver una de sus piezas.
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