Se adentra 250 metros en el mar y tiene una altura de 4,5 metros sobre el nivel de éste.
El pantalán fue construido en 1879 para la descarga de productos petrolíferos por la compañía Suari i Canals. El siguiente fue construido por la compañía CAMPSA (1965) y fue utilizado hasta 1990.
Una vez abandonada su actividad industrial, se convirtió en la principal zona de submarinismo de Badalona.
En 2001 se tenía la intención de desmantelarlo, pero un colectivo de submarinistas y fotógrafos, encabezados por Josep Valls, iniciaron movilizaciones para intentar su conservación.
Así fue que 2 años después pasó a manos del Ayuntamiento de Badalona, siendo en 2009, en concreto el 13 de Junio, cuando se abrió al público, habiendo sido remodelado todo su entorno.
Un temporal en 2017 destruyó muchas vigas de madera que fueron reparadas posteriormente.
A inicios de 2020, el temporal Gloria destruyó la plataforma del puente.
El puente ha sido declarado un de las maravillas de Catalunya.