LO QUE ME CABE EN LA MALETA

PA AMB TOMÀQUET

En 1884 es cuando se tienen las primeras referencias del «pa amb tomàquet» en Catalunya, más concretamente en las casas de payeses. Es en estas masías catalanas donde se empezó a tomar la costumbre de untar el pan duro hecho varios días atrás con tomate y un chorro de aceite para comérselo blando.

La teoría no catalana del «pa amb tomàquet» procede del sur de España, más concretamente de Múrcia. Y es que se apunta que fueron los murcianos los que llevaron a Barcelona este plato en los años 20 del siglo pasado. Los trabajadores procedentes de Múrcia que se encargaban de la construcción del metro de la Ciudad Condal comenzaron a cultivar tomates en los terrenos cercanos al lugar en el que trabajaban. Lo hacían con un objetivo claro: como herramienta para ablandar el pan reseco que tenían para almorzar. al untar el pan con ese tomate conseguían, además de darle sabor, comérselo blando.

No es la única corriente que indica que el origen del «pa amb tomàquet» no es catalán. A finales del Siglo XIX también hay una referencia del «pan tumaca» en la literatura catalana. Según el diccionario gastronómico de Néstor Luján, el humorista y escritor Pompeu Gener dice lo siguiente refiriéndose a su estancia en París : «Lo que comimos cierta noche es pan con aceite aliñado con tomate. Lo ha puesto de moda Madame Adam, que lo ha comido. A Judit Gautier le ha gustado tanto que incluso la gran Sarah Bernhardt se ha hecho una rebanada».

En Mallorca el «pa amb oli» se elabora restregando una variedad de tomate denominada «tomàtiga de ramellet», cultivada al efecto, de inferior tamaño, con un gusto ligeramente más salado y amargo que la variedad del tomate estándar comercializado en Europa y de piel más dura y seca, lo que permite una conservación superior a la del resto de variedades del tomate, pudiendo incluso alcanzar los seis meses.

https://www.instagram.com/p/CO42KhQskvQ/

Compartir :

Twitter
Email
WhatsApp
Facebook

Deja una respuesta

Más Aventuras