LO QUE ME CABE EN LA MALETA

MONASTERO DE IRACHE

Introducción

La visita al Monasterio de Irache la hicimos en el marco de nuestra ruta al Nacedero del Urederra.

Entra en nuestra maleta para ser recordado para siempre ente los lugares que más nos ha gustado.

Además, junto a él se encuentran las Bodegas Irache y el Museo del Vino, y muy cerca de allí la localidad de Estella, todos ellos, lugares dentro del Camino de Santiago.

Construido en Ayegui, el Monasterio de Irache es un conjunto de edificaciones medievales, renacentistas  y barrocas.

Fachada del Monasterio

El Monasterio de Irache, su historia

Claustro del Monasterio

El monasterio benedictino se comenzó a construir en la segunda mitad del Siglo XI sobre uno anterior del Siglo VIII.

Ubicado en las inmediaciones de Estella, en pleno Camino d Santiago, durante su historia ha hecho las funciones de Hospital de peregrinos, Universidad, Hospital de guerra y colegio de religiosos.

Esto lo convierte en uno de los conjuntos monumentales más importantes de Navarra.

Deshabitado desde 1985, tras la marcha de los frailes debido a la ausencia de vocación.

Podemos hacer un recorrido por la Iglesia románica del Siglo XII, el claustro plateresco, la torre de estilo herreriano y otras dependencias de los Siglos XVI-XIX.

Junto al monasterio encontramos las Bodegas Irache y el Museo del vino.

Una curiosidad que encontramos en las Bodegas es una fuente en la que por un caño emana agua y por el otro vino, tradición que se remonta siglos atrás, para saciar la sed de los peregrinos del Camino de Santiago.

 

Nuestra experiencia

Nosotros llegamos sobre el mediodía, a la hora de comer. Eso hizo que no nos encontráramos a nadie.

Aparcamos el coche allí mismo, había suficiente sitio.

Entramos al Monasterio de Irache, y la primera impresión te hace notar que está deshabitado desde mucho tiempo atrás. Notamos como un frío.

Recorrimos alrededor del claustro hasta llegar a la Iglesia, que la encontramos en obras, pero eso no le restó belleza.

Las estancias superiores estaban cerradas, por o que no pudimos subir a verlas. De todas maneras la visita era lo suficientemente bonita.

Una vez fuera pudimos recorrer su entorno y acercarnos a la fuente de vino de Bodegas Irache, pero por desgracia el caño del vino estaba vacío. Así que no pudimos emular a los peregrinos sedientos.

Nuestra visita terminaba ahí, pero no nuestra ruta, podéis seguirla aquí.

Fuente de Bodegas Irache