ANTIGUO CASINO DE LA RABASSADA
Introducción
En la ruta de Collserola nos encontramos con el Casino y Gran Hotel de la Rabassada, que fue un casino, hotel y restaurante situado en la carretera de la Rabassada, en el término de San Cugat del Vallés, en la provincia de Barcelona.
¿Qué fue?
Formaba parte de un complejo, formado por el edificio emblemático del casino, en el seno de una zona de atracciones y un lago artificial.
Actualmente sólo quedan los restos del mirador, los taludes y túneles del Scenic Railway, y el propio lago.
De los restos de la caseta del transformador se pueden ver el paño, de unos 5 metros de altura, de la pared cubierta de ladrillos y estucada a modo de dovelas y sillares acolchados, rematados con una escultura de la cara femenina envuelta de hojas de palma, que hace de ménsula y sostiene un balcón mirador de piedra.
De la caseta surge el puente de igual factura. Destacan también la valla del jardín, al borde de la carretera de la Rabassada, con restos de decoraciones neoárabes, inspiradas en los alicatados de los Reales Alcázares de Sevilla clasicistas, o las molduras acolchadas.
El Gran Casino de la Rabassada y Hotel era propiedad de la Sociedad «La Rabassada». Disponía de una serie de atracciones importadas de otros parques, como Londres o París, y de un lago artificial donde se alquilaban barcas. El Casino se encuentra enclavado en una finca de 10,68 hectáreas, cuyos propietarios mantienen como reserva forestal.
Historia



En 1899 se construyó el Gran Hotel de la Rabassada, decorado por el taller del pintor francés Edmond Lechavallier Chevignard, que se amplió en 1911 con la construcción de un casino, proyectado por el arquitecto Andreu Audet i Puig, y una zona de atracciones.
Fue una obra faraónica que contó con un presupuesto de 2,5 millones de pesetas, insólito en la época. Más de 300 invitados asistieron a su inauguración el 15 de julio de 1911, diez años después de que se hubiera inaugurado el Tibidabo.
Este majestuoso casino fue el símbolo del lujo de una ciudad en plena expansión económica. No le faltaba de nada y hasta tenía su propio parque de atracciones, restaurante con amplios comedores y chefs venidos de París, orquesta, hotel con habitaciones de lujo, salones recreativos, oratorio público, y grandiosos jardines con vegetación exótica procedente de diversos lugares del planeta.
El Casino consiguió un gran renombre como centro de juego de la ruleta, donde se perdieron grandes fortunas.
Parque de Atracciones
La zona de atracciones estaba inspirada en otros parques de Londres, Nueva York o París, como lo demuestra el nombre que recibían algunas de sus atracciones: Scenic Railway, Cake Walk Building, Palais du Rire, Feu de Boules, etc.
La montaña rusa Scenic Railway (diseñada por LaMarcus A. Thompson, inventor de la montaña rusa) discurría, en gran parte del trayecto, por largos túneles subterráneos, algunos de los cuales aún se conservan bastante bien, en concreto, tres. Dos tienen cuatro metros de ancho por cinco de altura y conservan la salida. El tercero, en cambio, fue tapiado y no tiene salida posible.
A lo largo del tiempo se usaron para hacer pasar las vagonetas y guardarlas y, más tarde, como bodegas y almacenes. A poco más de cincuenta metros de estos túneles, y en dirección hacia Barcelona, se encuentra un lago que supuestamente se situaba bajo la montaña rusa.
Declive
Su declive comenzó a perfilarse en 1912, cuando el gobernador prohibió el juego, lo que provocó la quiebra de la sociedad al cabo de un año.
El complejo siguió funcionando como hotel, restaurante y parque de atracciones. Cogió un cierto impulso con motivo de la Exposición Internacional de 1929, pero el general Primo de Rivera volvió a prohibir el juego ese mismo año, lo que provocó el cierre progresivo de todas las actividades hasta que en 1930 se clausuraba definitivamente el restaurante.
Entonces el edificio se fue deteriorando y durante la guerra civil española se utilizó primero, como refugio contra los bombardeos y después como cuartel.
Las instalaciones se derribaron en el año 1940 y hoy sólo quedan en pie restos de paredes y columnas, algunas habitaciones medio destruidas, esculturas escondidas entre la vegetación, entradas y túneles, fosas cerradas con hierro forjado, arcos, fuentes, fragmentos enteros de escalinatas y otros pequeños rincones.
Los restos del Casino y Gran Hotel de la Rabassada tienen la consideración de finca singular, incluida en el catálogo del parque natural de Collserola, por lo que vienen protegidos contra su expolio, menoscabo o alteración, por los artículos 323 y 324 del código penal, así como por los artículos 1 y 4 de la ley 16/1985, del patrimonio histórico, y 57 bis de su reglamento
Nuestra experiencia
El antiguo casino de la Rabassada te lo encuentras, aproximadamente, a mitad de recorrido o ruta, justo en el punto en el que dejas de subir para empezar a bajar. Por eso, al tratarse de una zona más cómoda, podrás disfrutar de los restos de este histórico lugar.
Nos gustó mucho la historia y nos ha quedado pendiente saber más y ver si se pueden visitar los restos.